Como muchos otros tesoros, se encontraba en el Jardín del Edén, junto al árbol del conocimiento. Adán y Eva no probaron de este fruto, el que les hubiera dado una vida sempiterna.
Habilidad:Si sólo controlas Aliados de una misma Raza, puedes Desterrarlo para prevenir todo el daño de combate que fuera a recibir tu Castillo este turno.